"A finales de 1876, el profesor Franz Boll (1849-1879) descubrió que la capa externa de la retina posee un color púrpura. Halló que esta superficie se blanqueaba al ser expuesta a la luz, pero retomaba su color original en la oscuridad. Este color púrpura, que Boll llamó sehpurpur (púrpura del ojo), desaperece inmediatamente después de la muerte"

lunes, 23 de enero de 2012

Reinventarse o morir

Pese a todos estos cambios vertiginosos a los que nos vemos sometidos en la actualidad, la Naturaleza nos vuelve a demostrar que el verdadero cambio nace de la monotonía; como una silenciosa repetición de frecuencias rítmicas constantes que se ve enriquecida cada cierto tiempo con unos golpes vigorosos que acentúan y fijan otra pauta de asimilación.
Debajo de cada cambio, sustancial en apariencia, subyace lo inalterable, la sustancia permanente que nos hace ser como somos, -y no otros. Cambiar en apariencia adaptándose a las circunstancias es sensato y necesario, pero pretender cambiar esa frecuencia rítmica constante y esencial es como pretender que nuestro corazón siga latiendo a golpe de martillazos.
"La vida hace los caracteres con su acción laboriosa, y también los modifica temporalmente, o los desfigura con la acción explosiva de un caso terrible y anormal. Un cobarde puede llegar hasta el heroísmo en momentos dados, y un avaro a la generosidad."