"A finales de 1876, el profesor Franz Boll (1849-1879) descubrió que la capa externa de la retina posee un color púrpura. Halló que esta superficie se blanqueaba al ser expuesta a la luz, pero retomaba su color original en la oscuridad. Este color púrpura, que Boll llamó sehpurpur (púrpura del ojo), desaperece inmediatamente después de la muerte"

lunes, 25 de noviembre de 2013

Azul místico VIII

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CENICERO DE USO PÚBLICO
GENTILEZA DE:

AZUL 

El silencio que sucede
a la sorpresa
acompaña a nuestros soportes publicitarios

lunes, 18 de noviembre de 2013

Lucha de egos IV (o Negando la muerte)

Hace poco leí que la ficción de eternidad en la que vivimos termina por volvernos locos. Más de uno me dirá que esto es bastante obvio, pero apenas se habla de ello últimamente. Como dije en otra ocasión, parece que en estas sociedades ultramodernas en las que nos movemos poco importa la muerte o demás “excepciones” en que se han convertido acontecimientos terriblemente habituales como la enfermedad, el despropósito o cualquier tipo de catástrofe natural. Nos hemos habituado a considerar que la vida permanece en una especie de despreocupada juventud, por todo lo que nos lanzan los medios, por todo lo que nos han enseñado desde niños, de un modo muy sutil y creo que sin querer... Seguimos considerando la muerte como un accidente, como algo evitable. Sí, sí, ya sé que muchos dirán que eso no es así, que la gente es plenamente consciente de que tarde o temprano va a morir en mejores o peores circunstancias, pero si esto fuera cierto creo que ya se habría desmontado hace tiempo este modelo de sociedad en el que vivimos basado precisamente en esa idea de eterna permanencia...

Uno de los motores del consumismo exacerbado (que no el único) es la negación de la propia muerte. Si viviésemos para siempre o durante una buena y prolongada temporada, tendríamos que cuidar más de nuestras “cosas”, de todas las pertenencias que hemos acumulado con el paso del tiempo (vivienda, coche, electrodomésticos, dispositivos móviles inteligentes...). Nos volveríamos más codiciosos, más competitivos y estaríamos constantemente necesitando nuevos artilugios para entretenernos... Lucharíamos con ímpetu por mantener a flote nuestro modus vivendi, por defender a capa y espada nuestra imagen social, nuestro prestigio y valía, nuestros logros profesionales y sentimentales... Todas nuestras responsabilidades se harían gigantescas. Cada grano de arena se convertiría en un saco de cemento, y todo lo pequeño cobraría dimensiones monstruosas… 
¿Les suena este panorama? 
Algo me dice que así es como nos quieren hacer ver la vida quienes realmente sostienen, defienden y promueven esta desajustada percepción de la realidad. Es la nueva religión inoculada desde no se sabe muy bien dónde y por no se sabe muy bien quién y de la que, desgraciadamente –o no–, casi todos somos partícipes.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Interludio IX

Día tras día el mar
me abraza cada vez más tiernamente.
Me hunde en una suave
y despreocupada inexistencia.
Me pierdo en el tiempo y mi mente
se serena.

Al otro lado del cabo del mundo,

el mundo continúa existiendo.
Al otro lado del cabo del mundo,
continúa existiendo sin mí.

Como una sencilla y antigua ceremonia,
los días pasan,
pasan al lado de la ola.


miércoles, 6 de noviembre de 2013

Los sentidos del mundo

"Me gustaría, de vez en cuando, contemplar la existencia desde el otro lado. Hacerlo siempre desde mi lado es agotador, además de parcial. Me gustaría mirarme desde fuera, pensar sobre mí con una mente ajena. Especialmente me gustaría sentirme mediante los sentidos del mundo. Es duro estar condenados a permanecer siempre en nuestra orilla mientras, libre de ataduras, el mar se extiende ante nosotros."

[R. A.]

domingo, 3 de noviembre de 2013

La vida es lo que haces mientras mueres

Abro una revista y leo: cómo rejuvenecer tu cerebro. Paso página y sigo: claves para rejuvenecer tu piel. Enciendo una pantalla y me aparece una fulana bien vestida y maquillada hablándome en clave. Suma y sigue. Anuncios en tres dimensiones, colores brillantes que ciegan, imágenes en movimiento que cautivan. La vida virtual se folla a la real y luego la devuelve en fragmentos desordenados. Jóvenes y guapas de cincuenta años. Vive y ama sin límites. Adorando el cambio pero permaneciendo joven. Deshazte de cada uno de los signos que te indiquen que estás envejeciendo: di NO a las arrugas, di NUNCA al cansancio. Todos juntos al unísono: ¡SIEMPRE JOVEN Y GUAPA! ¡SIEMPRE JOVEN Y GUAPA! ¡SIEMPRE JOVEN Y GUAPA! Piensa que a los hombres se les permite envejecer porque ellos han comprado el billete de ida con descuento para el de vuelta. En los hombres la arruga es bella y, como el vino, dicen que envejecen con clase, aunque en realidad es la mirada benevolente de la mujer lo que motiva esta percepción: ella troca el plomo en oro cuando está con él. La dictadura de los cánones estéticos promovida desde fuera y alimentada desde dentro. De fuera a dentro. Como siempre. De siempre, de ahora más que nunca. Vive y ama sin límites porque tienes la obligación, tú, mujer, de ser joven y guapa hasta la sepultura.