"A finales de 1876, el profesor Franz Boll (1849-1879) descubrió que la capa externa de la retina posee un color púrpura. Halló que esta superficie se blanqueaba al ser expuesta a la luz, pero retomaba su color original en la oscuridad. Este color púrpura, que Boll llamó sehpurpur (púrpura del ojo), desaperece inmediatamente después de la muerte"

miércoles, 8 de junio de 2011

Coloreando (Primera parte)

Hace no mucho tiempo leí en algún sitio que el color es básicamente emoción. Yo no sé hasta qué punto los colores que percibimos en nuestro día a día son pura emoción, pero es fácilmente demostrable que el color transmite estados emocionales. La percepción de un color es tremendamente subjetiva y por tanto, el significado que le demos a un matiz determinado no puede ser universal. Podríamos sobrevivir percibiendo la realidad únicamente en blanco y negro, -como hacen los tiburones-, sin embargo, nuestro sistema visual está diseñado para percibir los tres colores-luz (verde, rojo y azul) y sus múltiples combinaciones posibles. De ahí se puede extraer la conclusión de que la percepción que el ojo humano hace del universo cromático que le rodea no es ni mucho menos superflua o gratuita, más bien al contrario: termina siendo sustancial y juega un papel muy importante en nuestro bagaje emocional.
Por tanto, aunque la apreciación del color no pueda estandarizarse, sí se han hecho a lo largo del tiempo diversas asociaciones simbólicas entre un color y un elemento de la naturaleza, o se le han dado distintos significados a un color, dependiendo de la emoción que despierta su visualización o de la impresión subjetiva que nos transmite:

El amarillo es el color del sol, de la luz y de la intuición que nos ilumina en un breve espacio de tiempo. Es el color del oro, de la riqueza y de la abundancia. Nos transmite fuerza, poder y energía, y nos procura placer. Sin embargo, también es el color de la envidia, de la ira y la traición. En ocasiones se le asocia con la mala suerte, sobre todo en el contexto teatral.



En estas dos imágenes se muestra claramente la ambivalencia simbólica del amarillo: por una parte, el color del oro, el destello luminoso, nos invita a contemplar un paisaje árido, inquietante, en que la silueta de un niño desnutrido imagina un plato vacío de comida; es la campaña de Manos Unidas contra el hambre: SU MAÑANA ES HOY, reza el texto que acompaña a la imagen. Por otra parte, el color de la riqueza y de la abundancia, nos invita a disfrutar de la vida bebiendo con moderación: ¡ENRÓLATE!, dice este anuncio de 1990, rescatado de mi archivo particular de imágenes…

5.30 AM. Bali. A tiempo de ver salir el sol. No he conocido a nadie que se ría más que mi amigo Ratji, el pescador. Pícaro, parlanchín y amigo de cualquiera que ponga ojos de escuchar. Me sirve una copa de Cutty Sark y me señala el amanecer. Descalzo, ceremonioso, empieza a bailar. Mientras, el sol se levanta y le bendice.

(…el sol ilumina para unos pocos y quema para el resto…)


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