"A finales de 1876, el profesor Franz Boll (1849-1879) descubrió que la capa externa de la retina posee un color púrpura. Halló que esta superficie se blanqueaba al ser expuesta a la luz, pero retomaba su color original en la oscuridad. Este color púrpura, que Boll llamó sehpurpur (púrpura del ojo), desaperece inmediatamente después de la muerte"

miércoles, 23 de octubre de 2013

Contracorriente





De tanto remar contra corriente
se volvieron mis músculos de piedra
y ese exceso de peso
ha varado mi barca entre la arena.


[Josefina Verde: Con acento de lluvia, 1980]

lunes, 14 de octubre de 2013

El color del que espera

La vida hoy tiene ritmo
de ondas que pasan,
de olitas temblorosas
que fluyen y se alcanzan.

La vida hoy tiene el ritmo de los ríos,

la risa de las aguas
que entre los verdes junquerales corren,
y entre las verdes cañas.

Sueño florido lleva el manso viento;

bulle la savia joven en las nuevas ramas;
tiemblan alas y frondas,
y la mirada sagital del águila
no encuentra presa… treme el campo en sueños,
vibra el sol como un arpa.

¡Fugitiva ilusión de ojos guerreros,

que por las selvas pasas a la hora del cenit: tiemble en mi pecho
el oro de tu aljaba!

(…)

A. Machado

viernes, 20 de septiembre de 2013

Interludio VIII

"Caminar simplemente por el placer de caminar, con libertad y firmeza, sin apresurarnos. Estamos presentes en cada uno de nuestros pasos. Cuando deseamos hablar, nos detenemos y prestamos toda nuestra atención a la persona que está frente a nosotros, a nuestras palabras y a las que escuchamos [...]. Deteneos, mirad a vuestro alrededor y ved lo maravillosa que es la vida: los árboles, las nubes blancas, el cielo infinito. Escuchad a los pájaros, saboread la brisa ligera. Caminemos como una persona libre y sintamos que nuestros pasos se vuelven más ligeros a medida que caminamos. Apreciemos todos los pasos que damos".

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Azul místico VII

"Asomó con timidez hace dos veranos y ha dominado los armarios en los meses de calor, pero ahora irrumpe con fuerza para teñir la temporada otoño-invierno. El azul Klein y todas aquellas tonalidades que evocan mar y cielo han venido a quedarse.
El azul del agua, del cielo despejado, de una piedra preciosa… Este próximo otoño-invierno estará marcado por la fuerza, la elegancia y la personalidad del azul, un color luminoso y favorecedor…
Mykonos, cobalto, esmeralda, turquesa, azul Klein… poseen la paz y la tranquilidad del color que tiñe mar y cielo, y consiguen looks singulares para cada tipo de mujer".

[Fragmento extraído de un artículo de una revista que casualmente cayó ayer en mis manos en una sala de espera verde].
*

jueves, 4 de julio de 2013

Lucha de egos (Tercera parte)

Se está lanzando un mensaje muy peligroso por parte de algunos “intelectuales”, economistas, predictólogos varios… Más o menos vienen a decir que, de aquí a unos años, sólo se salvarán de esta crisis los mejores, los más “preparados”, los más competitivos, listos y guapos… los más de lo más… 
¡CUIDADO, POR FAVOR! ¡NO HAGAN CASO! 
¡La mediocridad es la mayor y más potente de las realidades!! 
Por encima de todo debería estar nuestra dignidad como seres humanos, no como competidores, productores y consumidores feroces… 
¡La mediocridad existe, señores predictólogos, igual que existe la enfermedad, la incapacidad, la fatalidad, el despropósito y todas las normas que nos quieren hacer creer que son excepciones!

…Me parecería aberrante creer en una sociedad donde sólo tuvieran sitio los “mejores”.


viernes, 7 de junio de 2013

De frascos y fragancias

Adivina, adivinanza… 
Observen estas imágenes. Cuatro rostros femeninos decorados para la ocasión y un único propósito: anunciar cuatro marcas de perfume mundialmente conocidas. Cada uno de estos modelos (si es que se tiene el convencimiento de que el modelo de rostro femenino debe presentar este aspecto) refleja lo que cualquier persona instruida o no en comunicación mediática podría identificar como un descarado y provocador deseo sexual. Las cuatro mujeres miran a cámara, -tal y como les dictan los retratistas publicitarios-, y abren la boca enseñando tímidamente los dientes... Sus perfiladas miradas, lejos de resultar cándidas y risueñas, apuntan y disparan contra el observador...

He escogido cuatro imágenes al azar de un sinfín de ellas, por tanto esto no es una excepción, es la norma que confirma la regla. Se anuncian perfumes femeninos a través de mujeres-objeto que se asimilan a los frascos de colonia de la tía Enriqueta. Se anuncian fragancias femeninas para que las compren mujeres de carne y hueso, (mujeres feas, listas, tontas, guapas, extravagantes, cojas, bajas, fuertes, altas, jóvenes, viejas, etc.), interpelando al público masculino heterosexual e indirectamente haciendo que el resto de mujeres interioricemos esta visión masculina como la más cercana a los cánones de belleza establecidos. De este modo, no sólo adoptamos patrones de preferencia estética similares a los de los hombres heterosexuales (principales interlocutores en el discurso audiovisual mundial), sino que terminamos asumiendo que oler bien está asociado a la belleza exclusiva de cuatro privilegiadas que con solo mirar a un hombre son capaces de comerse el mundo.


miércoles, 5 de junio de 2013

Interludio VI

Se debaten entre una excitación mental desbocada y el aburrimiento que induce al sueño. Entre el nerviosismo crónico y la placidez de un día tranquilo… Dos realidades enfrentadas que luchan por ser un único espacio.

La esterilizante antinomia de los contrarios se refracta en ellos, pero no les concierne. Dos personalidades alejadas en tiempo y espacio que danzan en un inocente intercambio de anhelos e ilusiones. (Sus ideas son extemporáneas). Polos aparentemente opuestos que pertenecen a una única realidad, como el ave que vuela y el pez sumergido, (o el mar reflejando su cielo). Dos mundos que se desplazan en paralelo, sin rozarse, aun cuando se necesitan. 

Y una nube.

* * *

jueves, 9 de mayo de 2013

Vive, luego olvida

Hace poco me tropecé con un eslogan publicitario de una marca de coche. En principio lo único que me llamó la atención fue eso, ni siquiera reparé en la apariencia del coche... Cuando lo visualicé por segunda vez comprendí que era un mensaje potente, más potente incluso que el coche en cuestión. El lema era el siguiente: CAPTURA LA VIDA. Un poco antes, una voz en off decía: …dvd’s, tarjetas de memoria, discos duros, la nube… Queremos guardar nuestra vida, pero antes de almacenar recuerdos, tienes que vivir…

Me llama la atención la proliferación de este tipo de anuncios. Lemas publicitarios que seducen a primera vista por la radicalidad de su contenido, cuando en realidad lo que presentan es un producto cotidiano como otro cualquiera. Se dan inferencias a menudo descabelladas: para disfrutar de la vida es imprescindible tener un coche con unas características determinadas que, paradójicamente, tienen bastante que ver con lo que los mismos publicistas consideran opuesto al hecho de vivir plenamente. Son contradicciones de esta vida ultramoderna, exigencias del guion... 


Antes de almacenar recuerdos tienes que vivir; 
tienes que hacerlo porque yo te lo ordeno, 
y para conseguirlo necesitas este coche con conexión a Internet, 
así no perderás detalle de lo que se cuece en la vida virtual, 
esa que te impide vivir plenamente, 
esa que te permite estar conectado aquí y ahora, sin límite… 

Vivo, ergo olvido. 


(Sin que me olviden)


viernes, 12 de abril de 2013

Interludio V

[La hora naranja]















A veces deseamos reanudar el trayecto a solas, sin reflejarnos en nadie o sin que otros, 
-los mismos de siempre-, se reflejen en nosotros.
A veces deseamos partir de cero, soltar amarres, romper esos vínculos que nos anclan 
desde el día en que nacemos a un espacio habitado, a una idea preconcebida de algo que 
siempre ha estado y está ahí, apuntándonos con el dedo… 
Esos vínculos que marcan nuestro destino y nos retratan a través de un prisma abstruso… 
(espejos que nos devuelven una imagen fragmentada). 
Esos lazos que tejen nuestro destino, que nos amordazan para que no revelemos 
nuestra propia verdad.

Y los vínculos que ya no son: los que nos niega el azar.

martes, 2 de abril de 2013

La luz refractada

"El género humano es una miríada de superficies refractivas que colorean el blanco resplandor de la eternidad.
Cada superficie refracta la refracción de las refracciones de las refracciones. 
Cada sí-mismo refracta las refracciones de las refracciones de los otros de las propias refracciones de las refracciones de los otros...
Hay en ello gloria y maravilla y misterio, y, sin embargo, harto a menudo deseamos simplemente ignorar o destruir aquellos puntos de vista que refractan la luz de un modo distinto del nuestro..." 
[VVAA: PERCEPCIÓN INTERPERSONAL, 1966] 

sábado, 23 de marzo de 2013

Interludio IV

Hace tiempo conocí a un hombre que caminaba de aquí para allá todos los días. Se levantaba temprano, cogía su mochila, y salía a prisa de su casa. Le interesaba apurar el paso para poder llegar a tiempo a su destino y realizar todos los trabajos que le eran encomendados. En su pequeña mochila guardaba una bufanda, un par de alas de juguete y un bolígrafo enganchado a la espiral de la libretita donde apuntaba todo lo que se le ocurría al cabo del día. De camino a casa se figuraba volando con aquellas alas de juguete, y a mitad del trayecto anotaba alguna de sus impresiones. Cuando oscurecía se abrigaba con la bufanda y volvía a apuntar en su libreta: “...si lo que ha dejado de vivir ya no existe, y lo que nunca ha existido no puede imaginarse, compartamos en silencio el recuerdo de aquello preciado que aún vive para que exista permanentemente en nosotros...”.

jueves, 7 de marzo de 2013

Una señal segura

Unos cuantos niños durante el tercer o cuarto curso de Educación Primaria manejábamos una antología de textos repleta de espléndidas ilustraciones a todo color. Nos estábamos familiarizando con la palabra escrita y su lectura en voz alta, pero la comprensión de aquellos textos iba ineludiblemente ligada a la lectura de la imagen que figuraba al lado de cada párrafo… Lo primero que acaparaba mi atención era el dibujo. Podía permanecer la mañana entera escudriñando cada trazo y cada matiz, mientras que al intrincado juego de descifrar un texto poco apetecible apenas le dedicaba unos segundos, (los necesarios para leer cuatro o cinco líneas en voz alta…). Años más tarde recordaría a la perfección muchas de esas imágenes pero sería incapaz de relacionarlas con texto alguno. Precisamente, una de esas imágenes imborrables consistía en una ilustración minuciosa en blanco y negro que mostraba una gran mansión deshabitada y sus alrededores… Resultaba chocante dar con aquella página sin colores brillantes, sin animales sonrientes ni princesas ni castillos ni bosques encantados… Tan solo un dibujo en blanco y negro enmarcado con una gruesa línea negra, y todo un mundo por descubrir… A veces jugaba a encontrar aquella página del libro con los ojos cerrados y cada vez que la encontraba, después de veinte intentos, me sorprendía al verla como la primera vez. Y buscaba, aunque ya conocía la solución al enigma, detalle a detalle, algo nuevo e inesperado. El humo de la chimenea fue revelador, pero no me detuve ahí. Con el paso del tiempo, una cosa me llevó a la otra, como en una novela de detectives, y al fin conseguí dar de la manera más inesperada con las Aventuras de La mano Negra, el libro que aglutina casi un centenar de imágenes similares a la de aquella antología de lecturas infantiles… 


- ¿Alondra se escribe con h o sin h? –murmuró. 

- Eso depende de si es gris o verde –contestó Adela, y se echó a reír.

- Yo, naturalmente, pienso en un pájaro como el de arriba, en el… ¡Caramba! ¡No es posible! – Rollo limpió el cristal de la ventana.

- ¿Qué no es posible? –preguntó Félix. 

- Que ahí enfrente viva alguien –contestó Rollo-, ¡pero si la casa está vacía desde hace tres años!

- Pero si todo el mundo sabe que en el chalé de enfrente sólo viven unas cuantas ratas -exclamó Kiki c. a.-. Mirad, las ventanas y las puertas están atrancadas.

-Déjame ver -Adela apretó la nariz contra los cristales de la ventana. Después de un rato dijo-: Yo creo que Rollo tiene razón, realmente en esa casa vive alguien.